En el Perú, la idea de colgar el saco ejecutivo a los 60 se está quedando atrás. Según un reciente informe de Forbes Perú, el 91% de los ejecutivos mayores de 50 años no planea jubilarse pronto. Lejos de ver la edad como un límite, están rediseñando su rol en el mercado: ya no se trata solo de sostener una carrera, sino de seguir liderando, emprendiendo y aportando desde la experiencia.
Una generación que redefine el liderazgo senior
El dato es claro: solo el 9% de los ejecutivos consultados considera jubilarse en el corto plazo. El resto quiere continuar, ya sea en su empresa actual (39%), iniciando proyectos personales, o como consultores estratégicos (28%). Para ellos, el retiro no es el final de una etapa, sino el inicio de una nueva forma de aportar valor.
Este fenómeno no solo responde al aumento de la esperanza de vida. Tiene que ver con propósito, relevancia, y con el deseo de seguir siendo agentes activos en la transformación de sus organizaciones y sectores.
¿Y qué significa esto para las empresas?
Significa, entre otras cosas, que la gestión del talento debe cambiar de chip. Muchas organizaciones están diseñadas bajo la lógica de recambio generacional lineal, cuando lo que se necesita es una visión multigeneracional. Tener equipos con diversidad de edades no solo es más realista, también es estratégicamente más potente.
Ejecutivos senior con hambre de seguir aportando pueden ser mentores, líderes de transformación, diseñadores de nuevas áreas o incluso aceleradores de cultura. Pero para aprovechar ese potencial, las organizaciones necesitan estructuras flexibles, políticas de talento inclusivas y planes de desarrollo que no estén limitados por la edad.
¿Qué líderes queremos ser después de los 50?
La respuesta a esta pregunta marcará el futuro de muchas organizaciones. Lo que hoy vemos en Perú no es una excepción; es parte de una tendencia global: profesionales mayores que no buscan descanso, sino impacto.
Y mientras el sistema aún no termina de adaptarse, ellos ya lo están haciendo. Están emprendiendo, formándose, asesorando y generando cambios. No compiten con los jóvenes: los complementan.
Fuente:
Forbes Perú – 9 de cada 10 ejecutivos mayores de 50 años en Perú no planea jubilarse
